Te parecerá una tontería, pero nos dejamos llevar por la rutina de lo cotidiano y no nos paramos a pensarde vez en cuando qué puñetas estamos haciendo con nuestra vida.
Solo nos damos cuenta de que no tenemos una vida completa cuando por cualquier circunstancia nos vemos obligados a romper esa rutina. Ahora hay mucha gente que se está quedando sin trabajo y aún así se empeña en llevar al niño a una actividad extraescolar en vacaciones, cuando podrían ser unos momentos estupendos para compartir con los hijos y conocer realmente cómo son. Hay gente que se tiene que quedar en casa porque ya no hay oficina a la que acudir y de repente siente que la casa se le viene encima. Hay gente que se tiene que ver con su respectiva pareja toooodo el dia porque no hay a donde ir. Hay gente que prefiere huir antes que enfrentarse a una vida vacía. Hay gente que no sabe vivir si la tele no le funciona. Hay gente que no sabe relacionarse si no es con un vaso de alcohol en la mano.
Vivimos en una sociedad capaz de exprimir al individuo hasta la extenuación o por el contrario, de potenciarlo hasta el infinito. Tenemos un mundo que es capaz de lo mejor y de lo peor y podemos aprovecharlo y no lo hacemos.
Quizás sea una nota pesimista en el hilo del blog, pero es que hay dias que la rutina me puede más que cualquier otra cosa.
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