Cosas veredes, querido Sancho

Pues mira que en estos días estaba tomando yo notas sobre la viabilidad de tirarse a un taquillero o taquillera de los del metro, por aquello que se dice cuando se tiene un problema: "... no se si tirarme a la taquillera, o al metro..."

bueno pues no encuentro taquilleras a las que tirarme...¡¡ y tampoco metro !!... y es que hay que joderse que cuanto más entusiasmado estás con tu crisis económica haciendo equilibrismo en los veinte trabajos a tiempo parcial para llegar a fin de mes, van unos estupendos dirigentes sindicales, que cobran un cojonal por tocarse los güebos (-que noooo, que están liberados-) y me sublevan al colectivo de conductores para que no trabajen ni lo mínimo (que los muy gilipollas se quedan sin trabajar y sin cobrar y el sindicato no les paga el bocata... pero ni eso)... y como en españa somos todos unos borregos sin cerebro, el resto de los trabajadores del metro (los que no son conductores), van y también hacen huelga... (claro, como ellos sí parece que llegan a final de mes... pues a tocar los cojones al resto de ciudadanos que no llegamos...)

el caso es que por unos sindicalistas subencionados por el estado, forrados y fornidos, orondos y bien comidos, unos trabajadores envanecidos por su estatus social  y rebajados por una decisión económica y una dirección ejecutiva y política llena de analfabetos y tontos, yo me quedo sin saber a quien me tiraría, si a la taquillera  o al metro...

mecachis...

Una vez más voy a desilusionar a los lectores de este blog. Y es que en Madrid ya quedan muy pocos taquilleros en las estaciones de metro... Hace unos años, al entrar por cualquiera de las bocas del metro en cualquiera de las estaciones, encontrarse a un señor o a una señora detrás de una ventanita empotrada en la pared: era el taquillero, aunque más de una vez -cuando era pequeñito pensaba que eso no era una personita sino el pajarito de un cucú, luego creces y te das cuenta de que no-.

La misión de esta personita era es la de venderte el billete y ayudarte en caso de necesidad mientras permaneces en el vestíbulo, pasillos y andenes de cada estación.

Bueno eso es la teoría, la práctica actual es que este personal está siendo sustituido por unas estupendas máquinas que parecen tragaperras: metes unas monedas, pulsas la pantalla en una mini tele y te devuelve un papelito de colores blanco, negro y rosa que te vale como ticket y seguro de viaje.

Pero el objetivo de esta entrada es analizar los especímenes que habitan en sus taquillas y pasillos.

A veces nos encontramos a gente conocida mientras disfrutamos de nuestros recorridos diarios. Te podrá parecer una situación agradable, pero en muchas ocasiones hubieras preferido que la puerta se hubiera cerrado en las narices de 'esa persona', poniendo cara de situación y encogiendo los hombros mientras ves como 'esa persona' se hace pequeñita en el andén al tiempo que soplas de satisfacción y alivio.

Otras veces no hay tanta suerte. No la hay tanto para quien 'recibe' la visita como para el que está al lado. Y también depende de quien sea 'la persona', si chico o chica...

Caso 1, es chica:
- Hooolaaaa (si es mujer, el tono chillón te taladra el cerebro


Caso 2, es chico:
si es chico... depende, palmadita quebrantahuesos en la espalda, o apretujón de manos, o eso).
-

¿has tenido alguna vez la sensación de estar completamente vacío ante una determinada situación?, ¿de no saber que hacer, decir o por donde tirar?... pues ahora mismo yo estoy en esa tesitura. No se si tirarme al metro o a la taquillera (bueno, si consigo encontrarla claro, que últimamente es complicado).

No es que me haya olvidado de escribir, que el dia a dia me tiene tan satudado de tonterías, burradas y despilfarros que estoy en proceso de reconstitución interior... reorganizando mi escala de valores, y a la vez valorando mandar a tomar viento fresco al mundo y sus mundanales problemas...

no desdesperes, que en breve te atacaré con alguna reflexión profunda donde las haya...

aleee

Flipo con la gente que se toma a coña su trabajo. Flipo con la gente que te intenta tomar el pelo a toda costa.
Flipo con la gente que te dice digo y luego de dice diego.
Flipo con la gente que promete hasta que te la mete.
Flipo con la gente que tiene una cara y luego la otra.
Flipo con la gente que sabe lo que son las cosas y aún así las consiente.
Flipo con la gente pachorra y pasota.
Flipo con la gente recorta libertades y se las da de moderno.
Flipo con la gente que se pasa la ley por el forro de los coj....
Flipo con la gente