Esta mañana me ha pasado una cosa de lo más curiosa y no pienses mal que hoy el trayecto ha estado un punto por encima de normal y 2 por debajo de bueno.
El caso es que andaba yo por esos pasillos cuando he sentido algo 'fuera de lo normal'. Mi pie izquierdo se ha quejado levemente de apreturas dentro del zapato. - No lo entiendo - he pensado. Me compré los dos zapatos al mismo tiempo y los he usado a la par. Luego el desgaste proporcional de cada unidad es más o menos el mismo... y los zapatos, de motus propio, no encojen.
Vale, pueden ser varias las causas de las apreturas:
1.- me he puesto un calcetín más gordo en el pie izquierdo que en el derecho, de ahí las estrecheces - no, la parejita está bien, del color no estoy muy seguro, pero el modelo es el mismo.
2.- me he puesto dos calcetines en lugar de uno - tampoco, lo he comprobado y solo llevo uno por pie.
3- me he dejado el calzador puesto - no, hace años que no uso ese artilugio.
4.- el zapato izquierdo me ha encogido - lo compruebo y aparentemente parecen iguales.
5.- jo, no se me ocurren más posibilidades,
6.- bueno, sí, podría haberle pegado una patadita al señor que va delante, pero tampoco, delante de mi no va nadie
7.- pues ahora si que sí que no se me ocurre nada...
En vista del fracaso de la investigación decido continuar mi viaje.
Al rato, cuando ya no pensaba en el incidente y mirando al infinito del vagón, me he dado cuenta de que los humanos somos eminentemente Asimétricos: no hay dos orejas iguales, ni dos ojos iguales, ni dos manos iguales, los hombros, siempre hay uno más bajo que el otro, los brazos, tampoco, las... ejem... tampoco... ¿las piernas?, o ese señor tiene una muy corta o es una cigüeña disfrazada.
En fin, (menos mal que no soy hipocondríaco), pero todo es asimétrico, el cuerpo y también la mente... el caso es que creo que mi asimetría se está empezando a desmadrar por el pie.
Así que si un día véis a un tipo apuesto y elegante andando por los pasillos del metro, pero con un zapato cortado y sus deditos asomados al mundo... os habréis topado con " el hombre asimétrico"
El caso es que andaba yo por esos pasillos cuando he sentido algo 'fuera de lo normal'. Mi pie izquierdo se ha quejado levemente de apreturas dentro del zapato. - No lo entiendo - he pensado. Me compré los dos zapatos al mismo tiempo y los he usado a la par. Luego el desgaste proporcional de cada unidad es más o menos el mismo... y los zapatos, de motus propio, no encojen.
Vale, pueden ser varias las causas de las apreturas:
1.- me he puesto un calcetín más gordo en el pie izquierdo que en el derecho, de ahí las estrecheces - no, la parejita está bien, del color no estoy muy seguro, pero el modelo es el mismo.
2.- me he puesto dos calcetines en lugar de uno - tampoco, lo he comprobado y solo llevo uno por pie.
3- me he dejado el calzador puesto - no, hace años que no uso ese artilugio.
4.- el zapato izquierdo me ha encogido - lo compruebo y aparentemente parecen iguales.
5.- jo, no se me ocurren más posibilidades,
6.- bueno, sí, podría haberle pegado una patadita al señor que va delante, pero tampoco, delante de mi no va nadie
7.- pues ahora si que sí que no se me ocurre nada...
En vista del fracaso de la investigación decido continuar mi viaje.
Al rato, cuando ya no pensaba en el incidente y mirando al infinito del vagón, me he dado cuenta de que los humanos somos eminentemente Asimétricos: no hay dos orejas iguales, ni dos ojos iguales, ni dos manos iguales, los hombros, siempre hay uno más bajo que el otro, los brazos, tampoco, las... ejem... tampoco... ¿las piernas?, o ese señor tiene una muy corta o es una cigüeña disfrazada.
En fin, (menos mal que no soy hipocondríaco), pero todo es asimétrico, el cuerpo y también la mente... el caso es que creo que mi asimetría se está empezando a desmadrar por el pie.
Así que si un día véis a un tipo apuesto y elegante andando por los pasillos del metro, pero con un zapato cortado y sus deditos asomados al mundo... os habréis topado con " el hombre asimétrico"
Como veo que para tí el metro es un lugar de inspiración me he acordado de un relato de Cortazar en el que el protagonista es precisamente un señor que viaja en el metro. Te lo recomiendo y aqui tienes un enlace donde lo puedes leer:
"Manuscrito hallado en un bolsillo"
http://www.lamaquinadeltiempo.com/cortazar/manusc.htm
Espero que lo disfrutes.
El metro no es un lugar de inspiración, más bien es un lugar de expiación.
Y las pocas historias que aquí cuento, son echos reales y verídicos sufridos en propias y algunas veces en ajenas carnes
me ha gustado tu relato asimetrico, me has salvado de la locura....jjejejejeej pensaba que estaba mal hecha :)
Las asimetrías femeninas son altamente interesantes. Ilústrenos.
"...Las asimetrías femeninas son altamente interesantes.."
Vale, empiezo a documentarme sobre el tema y voy preparando un informe.